no sé si te acordás, porque no estabas en tu mejor estado, pero ayer pusiste tus labios en la comisura de mi boca mientras te reías de lo que hablábamos, ¿cómo explicarte lo que sentí? no podía respirar, no sabía qué hacer. en ese momento tenía dos opciones, romperte la boca de un beso o alejarme. no creo que haga falta que te diga cuál de las dos era la que yo quería, pero por algún miedo interno, un temor no superado, alguna inseguridad latente, simplemente corrí la cara y seguí fumando. ¿acaso soy idiota?
después, de la nada, y olvidándote enseguida, me diste un beso en el cachete, y te apartaste rápido. sí, yo hice como si no lo hubiera sentido, pero te juro que me hiciste sentir la persona más feliz del mundo.
y por último, cuando me estaba yendo después de haberte dado ese beso en la mejilla, me dijiste unas palabras que se perdieron entre otra cosa que yo decía, pero que nunca voy a olvidar, me dijiste *te quiero*
yo también te quiero, mucho
15 enero 2007
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