y sí, por mucho que ame esta ciudad, hay veces en las que simplemente quiero tirarle una bomba para que desaparezca (llevándose con ella todos sus problemas). pero por suerte, el ser humano ha inventado las sagradas vacaciones, lo que hace que no tengamos que recurrir a métodos tan extremos para olvidarnos de los *placeres* de la vida cotidiana.
mis vacaciones no se caracterizan por encerrarme 24 hs en un hotel, siempre disfruté mucho más paseando, conociendo y esas cosas. afortunadamente he llegado a conocer lugares espectaculares, pero siempre mi favorito fue córdoba. lo sé, modesto, nada de exteriores o costosas playas, solamente las sierras y arroyos de esa hermosa provincia argentina. desde que tengo uso de memoria, vacacioné en un pueblito del sur de la misma, el nombre no viene al caso, tampoco la ubicación exacta, pero para que se den una idea de las cosas, tiene nada más y nada menos que 300 habitantes. un gran cambio con respecto a los 15 millones que viven en buenos aires y alrededores. por eso es que amo ir allá, son dos semanas en las que me olvido de que soy porteña, en las que puedo jugar, pretender ser otra persona sin tener que enfrentar los problemas que dejo en casa. realmente me fascina ir a *desenchufarme* a este pueblo. claro que todo en exceso es malo, mucho tiempo y ya quiero volver, pero la abstinencia de estas dos semanas me va a hacer bastante bien (esperemos).
así que en los próximos quince días:
nada de alcohol
nada de drogas
nada de cigarrillo
nada de computadora
nada de celular
después les cuento si funcionó.
mis vacaciones no se caracterizan por encerrarme 24 hs en un hotel, siempre disfruté mucho más paseando, conociendo y esas cosas. afortunadamente he llegado a conocer lugares espectaculares, pero siempre mi favorito fue córdoba. lo sé, modesto, nada de exteriores o costosas playas, solamente las sierras y arroyos de esa hermosa provincia argentina. desde que tengo uso de memoria, vacacioné en un pueblito del sur de la misma, el nombre no viene al caso, tampoco la ubicación exacta, pero para que se den una idea de las cosas, tiene nada más y nada menos que 300 habitantes. un gran cambio con respecto a los 15 millones que viven en buenos aires y alrededores. por eso es que amo ir allá, son dos semanas en las que me olvido de que soy porteña, en las que puedo jugar, pretender ser otra persona sin tener que enfrentar los problemas que dejo en casa. realmente me fascina ir a *desenchufarme* a este pueblo. claro que todo en exceso es malo, mucho tiempo y ya quiero volver, pero la abstinencia de estas dos semanas me va a hacer bastante bien (esperemos).
así que en los próximos quince días:
nada de alcohol
nada de drogas
nada de cigarrillo
nada de computadora
nada de celular
después les cuento si funcionó.